Hoy: comida japonesa y cerveza, por ahí….
Francisco: te llamé y te llamé: vamos a pasar el año nuevo en casa de Clara. La tristeza de Clara por estos días. ¿Se aliviara un poco con champaña? ¿muday? (por único brindis).
Una tristeza como esa. Yo misma haciendo maletas, cruzando la mitad del continente, un siglo atrás.
¿De un amor como ese? Me quedan fotos, una que otra artesanía del lugar. Y dije que nunca pero finalmente les tomé cariño.
Después de todo la historia es exótica:
LA HISTORIA:
Transcurrió en la selva. Todo iba bien hasta que mi chico (lo conocía hace muchos años y lo que pasaría era improbable, siempre había sido ateo) se convirtió a una religión extraña. Por suerte estaban los niños: Pedro y Bolivar que estaban de paso (vivían en un barco, su padre era del FPMR y había decido tomar la custodia por la fuerza) que me alivianaban el mal de amor consiguiendo bicicleta y patines. Cada vez que me caía lloraba, no por el porrazo, por el chico. Los niños, contentos de haber encontrado un adulto que se comportaba como hermano menor, no se despegaban de mi lado, incluso me regalaron un anillo que les había dado un griego. Lo perdí, soy una bruta. Después de comportarme como preescolar durante los seis meses que duró mi extraña estadía en el caribe, también perdí al chico. Antes de que me lo comunicara, tomé mi maleta y volví.
¿A qué viene todo esto Clara? A que mientras hacía esa maleta, yo también creí que no importaría cuanto tiempo pasara. Que se yo, tal vez estoy escribiendo tonteras y tu pena no sea comparable.
Tuesday, December 27, 2005
Saturday, December 24, 2005
A Clara no le gusta la navidad, pero celebra. Sara debe haber celebrado hace dos horas. Natsuko y Aki hace 10. Ayer los llamé por teléfono. Hablamos sobre la pesca, el frío en Hokkaido. En un mes más estaré en casa de los padres de Natsuko, con nieve.
Mientras tanto, la navidad: en el supermercado chino de la esquina compré té de crisantemos y galletas de la suerte, para mi padre y para Fran.
Hoy pasamos el día visitando iglesias (están cerca pero no habíamos entrado nunca), tomando café, hablando cosas. En un rato comenzaremos a hacer la cena.
Mientras tanto, la navidad: en el supermercado chino de la esquina compré té de crisantemos y galletas de la suerte, para mi padre y para Fran.
Hoy pasamos el día visitando iglesias (están cerca pero no habíamos entrado nunca), tomando café, hablando cosas. En un rato comenzaremos a hacer la cena.
Thursday, December 22, 2005
Sara: ¿cómo está quedando la muñeca? (La pregunta al aire, Sara no lee blogs)
Dijo que tenía las manos, el cerebro de aserrín y madera. También se llama Sara. Una Sara pequeña, de tiza, para pantalla.
Quiero ver a la pequeña Sara, a ambas.
Y esta semana: conocí a la pequeña Aída, en foto. Hace años me enamoré con locura de su padre, un profesor de pintura. Sentí una terrible ternura. Como la que se siente por un hermano o pariente. ¿Dónde se va Clara Eloísa, todo lo otro? Tal vez ahora entiendo lo de Tolstoi (yo y mi efecto lento): ¿la que hace un par de años enloquecía de amor sería yo misma, sería OTRA?
Dijo que tenía las manos, el cerebro de aserrín y madera. También se llama Sara. Una Sara pequeña, de tiza, para pantalla.
Quiero ver a la pequeña Sara, a ambas.
Y esta semana: conocí a la pequeña Aída, en foto. Hace años me enamoré con locura de su padre, un profesor de pintura. Sentí una terrible ternura. Como la que se siente por un hermano o pariente. ¿Dónde se va Clara Eloísa, todo lo otro? Tal vez ahora entiendo lo de Tolstoi (yo y mi efecto lento): ¿la que hace un par de años enloquecía de amor sería yo misma, sería OTRA?
Monday, December 19, 2005
Ayer como todos los domingos: té con Fran.
Y las pinturas??? Que importan si total son pinturas que colgar: en una pieza, en una casa, en una cocina. ¿En el museo?? Noooo. Entonces: que si no trabaja ni estudia …
Ándate a una playa, no molestes.
Y los rezos??? Menos.
Mi querido Fran, su cara de tristeza, las manos en la cara.
¿Que se puede decir, Sara? en estos CASOS.
Y las pinturas??? Que importan si total son pinturas que colgar: en una pieza, en una casa, en una cocina. ¿En el museo?? Noooo. Entonces: que si no trabaja ni estudia …
Ándate a una playa, no molestes.
Y los rezos??? Menos.
Mi querido Fran, su cara de tristeza, las manos en la cara.
¿Que se puede decir, Sara? en estos CASOS.
Monday, December 12, 2005
Clara Eloísa: escribiré.
Hoy hablé con Sara. Eran las siete de la mañana (yo estaba en el computador haciendo todo lo que no hice ayer porque después de volver de tu casa llegó Fran y nos quedamos tomando té y hablando hasta las dos de la mañana. La conclusión: no hay apuro, el té no se va a acabar, los cigarros tampoco).
Sara me contó que van a hacer un corto de plasticina con uno de lo cuentos de los niños raros. Claro que una versión bastante libre que a Sara no le gustó mucho.
¿Y se te habrá ocurrido alguna idea para mi disfraz de marciano de la fiesta planetaria? La organizadora: Amparo: loca como un marciano. Teníamos 17 años y le gustaba fumar marihuana arriba de los techos. Después no se podía bajar, obvio. Y el pequeño Roque ¿Se vestirá también de marciano? ¿un marciano verde tipo años 70?
Hoy hablé con Sara. Eran las siete de la mañana (yo estaba en el computador haciendo todo lo que no hice ayer porque después de volver de tu casa llegó Fran y nos quedamos tomando té y hablando hasta las dos de la mañana. La conclusión: no hay apuro, el té no se va a acabar, los cigarros tampoco).
Sara me contó que van a hacer un corto de plasticina con uno de lo cuentos de los niños raros. Claro que una versión bastante libre que a Sara no le gustó mucho.
¿Y se te habrá ocurrido alguna idea para mi disfraz de marciano de la fiesta planetaria? La organizadora: Amparo: loca como un marciano. Teníamos 17 años y le gustaba fumar marihuana arriba de los techos. Después no se podía bajar, obvio. Y el pequeño Roque ¿Se vestirá también de marciano? ¿un marciano verde tipo años 70?
Wednesday, November 16, 2005
Entonces Francisco imagina: un teatro de variedades pero oscuro.
Nuestro personaje: María Alas. Vasos, cucharas, unas cajas.
Lo hicimos de restos ( a propósito, te enteraste de la noticia!!!!) Restos que había en la casa de Clara.
Mientras tomábamos una cerveza y hablábamos de objetos de uso diario como tesoros, me acordé de Enrique. Sus funciones de cine. Yo tenía cuatro o cinco años y entonces él y mi padre proyectaban películas. Para mi sola. El castillo de arena.
Arena y un poco de viento. Salía un pie, luego una mano, una pequeña persona de arena y luego otra. Hacían una pequeña casa, animales, una cuidad. Y de nuevo el viento, que lentamente deshacía todo.
Era un corto, duraba seis o siete minutos.
Nuestro personaje: María Alas. Vasos, cucharas, unas cajas.
Lo hicimos de restos ( a propósito, te enteraste de la noticia!!!!) Restos que había en la casa de Clara.
Mientras tomábamos una cerveza y hablábamos de objetos de uso diario como tesoros, me acordé de Enrique. Sus funciones de cine. Yo tenía cuatro o cinco años y entonces él y mi padre proyectaban películas. Para mi sola. El castillo de arena.
Arena y un poco de viento. Salía un pie, luego una mano, una pequeña persona de arena y luego otra. Hacían una pequeña casa, animales, una cuidad. Y de nuevo el viento, que lentamente deshacía todo.
Era un corto, duraba seis o siete minutos.
Sunday, November 06, 2005
Las preguntas de Sara. Por MSN. Que qué estoy buscando. Qué se yo, algo vital. Que qué es algo vital. No sé. Me imagino que poder quedarse callado. Claro, tienes razón, nunca he podido hacerlo, hablo, hablo, hablo sola.
No por eso dejaba de admirar: a Sara concentrada en sus dibujos. La niña de verano y su afición por la pesca.
Que qué querría ahora. Siempre me gustó el mar. Querría estar frente al mar. ¿Cómo en la película japonesa? No, sólo frente al mar, sin zapatos, tomando una cerveza.
No por eso dejaba de admirar: a Sara concentrada en sus dibujos. La niña de verano y su afición por la pesca.
Que qué querría ahora. Siempre me gustó el mar. Querría estar frente al mar. ¿Cómo en la película japonesa? No, sólo frente al mar, sin zapatos, tomando una cerveza.
Friday, October 14, 2005
¿Sabías Sara que los escarabajos dorados se guardaban en jaulas de bambú y que las mujeres de Manila los cuidaban como a pequeños hijos?
No sabías, pero imaginabas: una jaula y costumbre como esa.
Mientras leía el libro yo también imaginaba: el río Pasig: nuestra querida casa de palos hecha a escala del deseo de los niños amarillos.
No sabías, pero imaginabas: una jaula y costumbre como esa.
Mientras leía el libro yo también imaginaba: el río Pasig: nuestra querida casa de palos hecha a escala del deseo de los niños amarillos.
Friday, October 07, 2005
Thursday, October 06, 2005
Francisco lee a un filósofo alemán: UN CUADRO COLGADO EN LA PARED. COMO SE CUELGA UN FUSIL DE CAZA O UN SOMBRERO.
Algo se desgarraba en lo más duro hasta encontrar en la desgarradura acoplamiento.
Cuartetos que yacen en anaqueles y bodegas como poemas escondidos en la mochila de qué batalla o guerra. ¿Para qué el cuadro?
Algo se desgarraba en lo más duro hasta encontrar en la desgarradura acoplamiento.
Cuartetos que yacen en anaqueles y bodegas como poemas escondidos en la mochila de qué batalla o guerra. ¿Para qué el cuadro?
Wednesday, October 05, 2005
Explícame entonces ese afán de pasar el día entero en el jardín frente a un pedazo de tela. Ha pasado un mes y nada. Superadas las musas, de más.
Pero que se yo, haz un par de rayas por lo menos, una manchita, (pollock sudaca, vendedor de mora, pintor étnico).
A mi por ejemplo me gusta caleta leer y no a la Marcela Serrano. Me lei todas las de Paul Auster.
Lo que quiero decir es que igual te cacho ¿me entendí? pero pasar el día entero, la semana frente al atril. No estamos en Nueva York ( Ámsterdam / Berlín / Praga). O sea es que hoy venía de la Avenida La Paz, vi a un mendigo que hablaba solo y además era flaco como hueso. Estaba mirando un árbol igualito al que hace una semana estai tratando de pintar ¿cachai o no?.
Pero que se yo, haz un par de rayas por lo menos, una manchita, (pollock sudaca, vendedor de mora, pintor étnico).
A mi por ejemplo me gusta caleta leer y no a la Marcela Serrano. Me lei todas las de Paul Auster.
Lo que quiero decir es que igual te cacho ¿me entendí? pero pasar el día entero, la semana frente al atril. No estamos en Nueva York ( Ámsterdam / Berlín / Praga). O sea es que hoy venía de la Avenida La Paz, vi a un mendigo que hablaba solo y además era flaco como hueso. Estaba mirando un árbol igualito al que hace una semana estai tratando de pintar ¿cachai o no?.
Ayer después de mis clases me fui a buscar a a Natsuko y Mikiko. Las llevamos a un bar en providencia. Yo quería Bellavista, pero la Xime no quiso, así que terminamos en el Santo no se qué. Bonito, con actores de teleserie y todo, así que mis amigas japonesas estaban de lo más contentas.
Creo que soy una estupenda guía turística. Y como yo también me las he dado de turista durante la última semana tengo un cerro de pega acumulado en mi escritorio. En fin, mañana se van mis turistas, una al norte, la otra a Baires, pero volverán al lanzamiento del libro. No he organizado nada, que cacho ¿será muy grave no hacer lanzamiento?
Después de eso nos vamos a Valpo, quiero que conozcan el J Cruz.
Ya pos cabros ¿nadie se interesa por un lindo Subaru? Ayer estuve hablando con las chicas de temas monetarios. Para vivir en Tokio un mes se necesitan 8000 dólares. Creo que con suerte alcanzo a juntar 4000 de aquí a enero. Eso quiere decir que me alcanzará para vivir la pura mañana, para la tarde no tendré un mango.
Creo que soy una estupenda guía turística. Y como yo también me las he dado de turista durante la última semana tengo un cerro de pega acumulado en mi escritorio. En fin, mañana se van mis turistas, una al norte, la otra a Baires, pero volverán al lanzamiento del libro. No he organizado nada, que cacho ¿será muy grave no hacer lanzamiento?
Después de eso nos vamos a Valpo, quiero que conozcan el J Cruz.
Ya pos cabros ¿nadie se interesa por un lindo Subaru? Ayer estuve hablando con las chicas de temas monetarios. Para vivir en Tokio un mes se necesitan 8000 dólares. Creo que con suerte alcanzo a juntar 4000 de aquí a enero. Eso quiere decir que me alcanzará para vivir la pura mañana, para la tarde no tendré un mango.
Monday, October 03, 2005
Hoy conocí a dos japonesas amigas de Natsuko: Mikiko y Kazuho. Confirmaron mi teoría: Natsuko es una japonesa hippie.Pero aunque Mikiko no es hippie, también quiere aprender telar, prometí enseñarle.
Y no se que me pasa pero no puedo escribir mi “diario en metáforas”, como le dice Fernanda.
¿Porqué las metáforas? Qué se yo tal vez para puro arreglar el día, contarlo de nuevo, inventarlo a mi gusto. No por eso dejo de creer que la vida más bella debe ser una que ocurre en absoluto silencio (recuerdo haberte mirado una tarde entera sin decir nada. Fue hace tiempo pero me acuerdo). A falta de eso: metáforas, meter ruido, adornar las moras.
Desde que conocí a Natsuko en el Kintaro la he visto todos los días. Creo que ya somos amigas. Probablemente la veré un par de días en Japón, después dudo que nos volvamos a encontrar.
Los encuentros más bellos: una flor que sabía no resistiría la lluvia de la primavera y terminaría cayendo lentamente al pavimento. Aquí una pausa. Mis queridos muertos, mis papeles.
Porque la repetición: que otra cosa sino una mancha en el mantel que ocultar con un vaso, una botella (porfa que pase piola ¿no ves que hoy viene mi mami y le carga la mugre? Y anoche pa variar diste jugo, se te cayó el vino. Pa la otra toma vino blanco ¿querís? o por los menos ponle quix al mantel veis que si no la huevá no sale).
Tantos encuentros que se repiten más allá de lo deseado y lo deseable (que no es lo mismo: piensa no más en los amantes, su eterna lucha por la huella, el cansancio de él, la ropa en el piso y el llanto o cantinela repetida hasta el cansancio: de ella)
Y no quiero volver a encontrarme con tanta gente. Pero sin embargo la primavera y que Natsuko se vaya en unos días, que se yo me da pena.
Y no se que me pasa pero no puedo escribir mi “diario en metáforas”, como le dice Fernanda.
¿Porqué las metáforas? Qué se yo tal vez para puro arreglar el día, contarlo de nuevo, inventarlo a mi gusto. No por eso dejo de creer que la vida más bella debe ser una que ocurre en absoluto silencio (recuerdo haberte mirado una tarde entera sin decir nada. Fue hace tiempo pero me acuerdo). A falta de eso: metáforas, meter ruido, adornar las moras.
Desde que conocí a Natsuko en el Kintaro la he visto todos los días. Creo que ya somos amigas. Probablemente la veré un par de días en Japón, después dudo que nos volvamos a encontrar.
Los encuentros más bellos: una flor que sabía no resistiría la lluvia de la primavera y terminaría cayendo lentamente al pavimento. Aquí una pausa. Mis queridos muertos, mis papeles.
Porque la repetición: que otra cosa sino una mancha en el mantel que ocultar con un vaso, una botella (porfa que pase piola ¿no ves que hoy viene mi mami y le carga la mugre? Y anoche pa variar diste jugo, se te cayó el vino. Pa la otra toma vino blanco ¿querís? o por los menos ponle quix al mantel veis que si no la huevá no sale).
Tantos encuentros que se repiten más allá de lo deseado y lo deseable (que no es lo mismo: piensa no más en los amantes, su eterna lucha por la huella, el cansancio de él, la ropa en el piso y el llanto o cantinela repetida hasta el cansancio: de ella)
Y no quiero volver a encontrarme con tanta gente. Pero sin embargo la primavera y que Natsuko se vaya en unos días, que se yo me da pena.
Sunday, October 02, 2005
SE VENDE
Hoy en la tarde fui con Natsuko a la casa de mi mamá. Tocamos guitarra, parecía peña, fiesta temucana (las juntas con mis primos, nuestras canciones setenteras: chico de mi barrio con la cara sucia y el cabello largoooooo, chico de mi barrio flores en el pelo y los pies descalzos oooo).
Después vinimos a mi casa y le enseñé a tejer telar. Me imagino que va a ser la única japonesa que teja telar mapuche.
Para enero me invitó a Hokaidoo, la isla japonesa en la que vive junto a otras 4000 personas. Parece que Natsuko es bien hippie, le carga Tokio.
El único problema con la invitación es que en la fecha en la que voy hacen 20 grados bajo cero en Hokaidoo. Pero me imagino con un buen abrigo, botas y guantes no será para tanto.
Bueno lo que me falta para concretar la invitación (aquí viene el aviso y el objetivo de este posteo) es vender el auto:
Estupendo Subaru Justy, año 1995, con tracción en las cuatro ruedas.
Precio: 1.800.000.
Está de súper lujo, así que pasen el dato a sus conocidos y si a alguien le interesa por favor me deja el teléfono en el blog y le llevo el auto hasta la puerta de su casa.
Todo sea por mi “lost in translation”.
Hoy en la tarde fui con Natsuko a la casa de mi mamá. Tocamos guitarra, parecía peña, fiesta temucana (las juntas con mis primos, nuestras canciones setenteras: chico de mi barrio con la cara sucia y el cabello largoooooo, chico de mi barrio flores en el pelo y los pies descalzos oooo).
Después vinimos a mi casa y le enseñé a tejer telar. Me imagino que va a ser la única japonesa que teja telar mapuche.
Para enero me invitó a Hokaidoo, la isla japonesa en la que vive junto a otras 4000 personas. Parece que Natsuko es bien hippie, le carga Tokio.
El único problema con la invitación es que en la fecha en la que voy hacen 20 grados bajo cero en Hokaidoo. Pero me imagino con un buen abrigo, botas y guantes no será para tanto.
Bueno lo que me falta para concretar la invitación (aquí viene el aviso y el objetivo de este posteo) es vender el auto:
Estupendo Subaru Justy, año 1995, con tracción en las cuatro ruedas.
Precio: 1.800.000.
Está de súper lujo, así que pasen el dato a sus conocidos y si a alguien le interesa por favor me deja el teléfono en el blog y le llevo el auto hasta la puerta de su casa.
Todo sea por mi “lost in translation”.
Thursday, September 29, 2005
En el almuerzo donde Watanabe San: Natsuko San.
Extranjeros que almuerzan solos, con mapas en la mano y mi costumbre de contarle mi vida a cualquiera. Pues bien: me contó que había viajado por toda Latinoamérica, que la próxima semana iría a una isla.
Su español, casi. Definitivamente mi japonés: ni siquiera.
Dejé el trabajo para mañana. Paser con extraños como quien va con un pariente o conocido del barrio.
Su escritor: Murakami. El mío: que se yo, estaba desconcentrada, no se me ocurrió ninguno.
El sábado iremos al a la celebración del Hanami. También va Flavia que prometió ponerse un vestido. En honor a la flor, a los exilios mentales, al noveno día de la primavera.
Extranjeros que almuerzan solos, con mapas en la mano y mi costumbre de contarle mi vida a cualquiera. Pues bien: me contó que había viajado por toda Latinoamérica, que la próxima semana iría a una isla.
Su español, casi. Definitivamente mi japonés: ni siquiera.
Dejé el trabajo para mañana. Paser con extraños como quien va con un pariente o conocido del barrio.
Su escritor: Murakami. El mío: que se yo, estaba desconcentrada, no se me ocurrió ninguno.
El sábado iremos al a la celebración del Hanami. También va Flavia que prometió ponerse un vestido. En honor a la flor, a los exilios mentales, al noveno día de la primavera.
Sunday, September 25, 2005
Perfume Primaveral
(la idea de Flavia)
Si, es cierto. Durante el último invierno nos habíamos partido la cabeza con la poeta vietnamita. Y tantos otros.
La conclusión: ya estaba bueno. Mejor: un perfume primaveral: nuestro querido reading out.
Las posibilidades de la re lectura. Fiesta de primavera a la que ir descalzas.
Primera cita re lectura y perfume: martes 27.
(la idea de Flavia)
Si, es cierto. Durante el último invierno nos habíamos partido la cabeza con la poeta vietnamita. Y tantos otros.
La conclusión: ya estaba bueno. Mejor: un perfume primaveral: nuestro querido reading out.
Las posibilidades de la re lectura. Fiesta de primavera a la que ir descalzas.
Primera cita re lectura y perfume: martes 27.
Este fin de semana: limpié la casa.
Guardamos tantas cosas Sara. Cartas, teléfonos, regalos, direcciones.
La acumulación? el arte más bello (Armand, sus violines) o una tremenda torpeza. Sí, este orden debería haberlo hecho hace meses.
Pero que importa, como hablé esta tarde con Flavia, estamos en primavera. Y claro, siempre concuerdo con Flavia: templanzas como aquella necesitan de un espacio vacío.
El resto de la tarde: abrí ventanas, miré el cerezo de la vereda del frente. Lo he visto tantas veces dar flores. Nunca frutos. Y para qué si lo que buscábamos nunca fue otra cosa que la flor. Su estela roja. El dominio que ejerce sobre la mente y la tarde.
Guardamos tantas cosas Sara. Cartas, teléfonos, regalos, direcciones.
La acumulación? el arte más bello (Armand, sus violines) o una tremenda torpeza. Sí, este orden debería haberlo hecho hace meses.
Pero que importa, como hablé esta tarde con Flavia, estamos en primavera. Y claro, siempre concuerdo con Flavia: templanzas como aquella necesitan de un espacio vacío.
El resto de la tarde: abrí ventanas, miré el cerezo de la vereda del frente. Lo he visto tantas veces dar flores. Nunca frutos. Y para qué si lo que buscábamos nunca fue otra cosa que la flor. Su estela roja. El dominio que ejerce sobre la mente y la tarde.
Monday, September 19, 2005
¿Fran? No se en que anda Fran
¿Sara? Se va a Lisboa
¿Clara Eloisa? No se decide entre este o el otro lado de la cordillera
¿La niña Gato? Enamorada de Leo
¿El vaquero? En su órbita particular
¿La actriz? En su órbita demasiado particular
¿Marcos? Toma el avión el próximo domingo
¿Watanabe San? Con pésimo y bien disimulado genio
¿Manuel? Armando cajas con mirillas.
Entonces la primavera: que se yo Fran, (hablo sola, Fran no contesta el teléfono)
Me imagino que igual que la primavera pasada. Si al final estuvo divertida. Tomamos té y leímos a Marossa tantos días que al final empezamos a tener miedo de las flores del jarrón, de los gatos.
¿Para ti Fran? La primavera entera, nuestros crisantemos.
¿Y los otros?
Los otros: bichos raros: luciérnagas.
Yo mientras tanto me levanto temprano los sábados y me instalo en el café con mis papeles, dibujo mapas de Kyoto, armo, desarmo, fumo, saco cuentas. Claro, como cuando era niña y bailaba ballet. Los ensayos para la presentación de fin de año. Una vez no pude moverme, se me olvidaron los pasos y me quedé en blanco. Recuerdo la cara de Cecilia, sus ojos de sargento.
Y nada, que extrañaremos a Sara. Tomaremos helado de té, veremos a Kurosawa. Escribiremos cartas.
¿Sara? Se va a Lisboa
¿Clara Eloisa? No se decide entre este o el otro lado de la cordillera
¿La niña Gato? Enamorada de Leo
¿El vaquero? En su órbita particular
¿La actriz? En su órbita demasiado particular
¿Marcos? Toma el avión el próximo domingo
¿Watanabe San? Con pésimo y bien disimulado genio
¿Manuel? Armando cajas con mirillas.
Entonces la primavera: que se yo Fran, (hablo sola, Fran no contesta el teléfono)
Me imagino que igual que la primavera pasada. Si al final estuvo divertida. Tomamos té y leímos a Marossa tantos días que al final empezamos a tener miedo de las flores del jarrón, de los gatos.
¿Para ti Fran? La primavera entera, nuestros crisantemos.
¿Y los otros?
Los otros: bichos raros: luciérnagas.
Yo mientras tanto me levanto temprano los sábados y me instalo en el café con mis papeles, dibujo mapas de Kyoto, armo, desarmo, fumo, saco cuentas. Claro, como cuando era niña y bailaba ballet. Los ensayos para la presentación de fin de año. Una vez no pude moverme, se me olvidaron los pasos y me quedé en blanco. Recuerdo la cara de Cecilia, sus ojos de sargento.
Y nada, que extrañaremos a Sara. Tomaremos helado de té, veremos a Kurosawa. Escribiremos cartas.
Wednesday, September 14, 2005
Sara!!!!! ya tengo una historia para el libro de los niños raros:
Antonia en lugar de cabello tenía flores por eso algunas personas pensaban que en vez de un niña era un macetero.
Esta confusión no le molestaba porque sabía que cuando florecía su cabeza era realmente hermosa.
Su extraño cabello cambiada según su estado de ánimo. Si estaba pensativa le salían margaritas. Si le daba risa, bugambilias. Si estaba triste, calas.
Pero había días especiales, en que Antonia se reía, pensaba, soñaba y suspiraba al mismo tiempo.
Esos días su cabeza se llenaba de flores diversas: lirios, margaritas, bugambilias, crisantemos, calas y magnolias.
Parecía una primavera, todo en la cabeza de Antonia.
Antonia en lugar de cabello tenía flores por eso algunas personas pensaban que en vez de un niña era un macetero.
Esta confusión no le molestaba porque sabía que cuando florecía su cabeza era realmente hermosa.
Su extraño cabello cambiada según su estado de ánimo. Si estaba pensativa le salían margaritas. Si le daba risa, bugambilias. Si estaba triste, calas.
Pero había días especiales, en que Antonia se reía, pensaba, soñaba y suspiraba al mismo tiempo.
Esos días su cabeza se llenaba de flores diversas: lirios, margaritas, bugambilias, crisantemos, calas y magnolias.
Parecía una primavera, todo en la cabeza de Antonia.
Tuesday, September 13, 2005
Akira Kurosawa: autobiografía. Sí, pensaba justamente en eso. Los sueños. La fortaleza escondida. Te acuerdas como nos reímos ese día en el cine. La película era tan vieja que el rollo se quemó en la mitad. Tuvimos que irnos. De vuelta a la casa le compramos cigarros mentolados a un vendedor ambulante.
Y entonces Kurosawa: “Puede que sea el poder de la memoria el que alienta el poder de la imaginación”.
¿Tú crees Fran?
Entonces la memoria (en notas):
-El vendedor de nalca
-El afilador de cuchillos
-El timbre de la bicicleta
-La sirena del medio día
(Los platos rotos)
(Los vidrios rotos)
(No escuches nada)
-La bocina del vendedor de helados
-El chirrido de los patines en la vereda
-El silbido de Andrés
-Los vendedores de mora
Y entonces Kurosawa: “Puede que sea el poder de la memoria el que alienta el poder de la imaginación”.
¿Tú crees Fran?
Entonces la memoria (en notas):
-El vendedor de nalca
-El afilador de cuchillos
-El timbre de la bicicleta
-La sirena del medio día
(Los platos rotos)
(Los vidrios rotos)
(No escuches nada)
-La bocina del vendedor de helados
-El chirrido de los patines en la vereda
-El silbido de Andrés
-Los vendedores de mora
Friday, September 09, 2005
Entonces imagínate Sara: piensas pero en lugar de palabras, de dibujos: notas.
El problema: no entiendo la música clásica.
En esta parte Sara desaparece. Aparece mi padre y dice: ese es el problema querida: tratar de entender absolutamente todo.
Sabes Sara, cuando era niña soñaba con ser astrónoma. Con que ahí estaba la explicación lógica. Te das cuenta de cómo llueve. Y estamos en septiembre. De nuevo me quedé sin cigarros. Sí, astrónoma, claro. Soñaba con entender las COSAS. Con un LENGUAJE. Ni palabras ni dibujos.
Y ahora… que se yo, crecí, me puse práctica. Me aburrió el tema.
¿MÚSICA CLÁSICA?
Y después en el café Francisco y yo. El chico de nombre vasco. Que pasó por la ventana. De la mano de su novia. Fran me miró, se rió y cambió de tema. Me habló de la voluntad de la naturaleza, de ciertos crisantemos que crecen en una zona de Japón. Sólo en invierno.
El problema: no entiendo la música clásica.
En esta parte Sara desaparece. Aparece mi padre y dice: ese es el problema querida: tratar de entender absolutamente todo.
Sabes Sara, cuando era niña soñaba con ser astrónoma. Con que ahí estaba la explicación lógica. Te das cuenta de cómo llueve. Y estamos en septiembre. De nuevo me quedé sin cigarros. Sí, astrónoma, claro. Soñaba con entender las COSAS. Con un LENGUAJE. Ni palabras ni dibujos.
Y ahora… que se yo, crecí, me puse práctica. Me aburrió el tema.
¿MÚSICA CLÁSICA?
Y después en el café Francisco y yo. El chico de nombre vasco. Que pasó por la ventana. De la mano de su novia. Fran me miró, se rió y cambió de tema. Me habló de la voluntad de la naturaleza, de ciertos crisantemos que crecen en una zona de Japón. Sólo en invierno.
Saturday, September 03, 2005
Hoy: almuerzo donde Watanabe San.
Comí tannem. Me dijo que le había gustado el pequeño libro. Que tenía que comer con más educación ¿?. Hablamos de dibujos animados. Dijo que a sus 60 años, Chin Shan le parecía educativo¿?.
Que seguramente me gustaría el kabuki.
Que su padre y madre habían muerto.
Que sabía poco y nada de su hermano menor.
Su español. A medias. Mi japonés. Menos que a medias.
El problema de la traducción. Sonidos tonales para una garganta y oídos. ¿MONOLINGÜES?
Comí tannem. Me dijo que le había gustado el pequeño libro. Que tenía que comer con más educación ¿?. Hablamos de dibujos animados. Dijo que a sus 60 años, Chin Shan le parecía educativo¿?.
Que seguramente me gustaría el kabuki.
Que su padre y madre habían muerto.
Que sabía poco y nada de su hermano menor.
Su español. A medias. Mi japonés. Menos que a medias.
El problema de la traducción. Sonidos tonales para una garganta y oídos. ¿MONOLINGÜES?
Friday, September 02, 2005
In Memoriam:
Como mirar sin temer a las enredaderas
su definitiva costumbre de abrazar el muro.
Así los amantes que lentamente reaparecen en el lienzo. Así la eterna disputa por la huella.
El miedo a la partida repentina y su producto: un espacio igual pero vacío. El jardín que, sabíamos, quedaría a oscuras a pesar del sol, si no hubiera en él cuerpo alguno donde reflejar la luz.
Pero entonces, tal vez esas plantas no buscaban el muro sino una sombra anterior y más oscura, que otra cosa que el vacío del jardín, ni reclamo ni elogio de la ausencia. Tal vez incluso los amantes dejaban de buscarse: reflejo lo que antes fue tu cuerpo y una sombra:
anterior y más oscura.
Como mirar sin temer a las enredaderas
su definitiva costumbre de abrazar el muro.
Así los amantes que lentamente reaparecen en el lienzo. Así la eterna disputa por la huella.
El miedo a la partida repentina y su producto: un espacio igual pero vacío. El jardín que, sabíamos, quedaría a oscuras a pesar del sol, si no hubiera en él cuerpo alguno donde reflejar la luz.
Pero entonces, tal vez esas plantas no buscaban el muro sino una sombra anterior y más oscura, que otra cosa que el vacío del jardín, ni reclamo ni elogio de la ausencia. Tal vez incluso los amantes dejaban de buscarse: reflejo lo que antes fue tu cuerpo y una sombra:
anterior y más oscura.
Thursday, September 01, 2005
Sara, Clara Eloísa, la Niña Gato y yo.
Primero: Lanzamiento del concurso de cuentos. Un barco feo. Unos actores medio tiesos. Después, en el cóctel. La Niña Gató, gritó: ostión!!!!.
En el primer bar: cada una imaginó su cartera llena de millones.
Sara: Tomo la bendita maleta y me largo a Lisboa.
Niña Gato: Una tremenda fiesta.
Clara Eloísa: Libros
Yo: Compro una mochila, me voy a un puerto.
En el segundo bar:
Clara Eloísa pidió un trago con burbujas, se hipnotizó, discutió con un mesero. Se rió, pero luego le vino una tremenda tristeza. Tuvimos que salir a la calle. Tomar un taxi. No decir nada. Prometer que la próxima vez tomaríamos té.
Primero: Lanzamiento del concurso de cuentos. Un barco feo. Unos actores medio tiesos. Después, en el cóctel. La Niña Gató, gritó: ostión!!!!.
En el primer bar: cada una imaginó su cartera llena de millones.
Sara: Tomo la bendita maleta y me largo a Lisboa.
Niña Gato: Una tremenda fiesta.
Clara Eloísa: Libros
Yo: Compro una mochila, me voy a un puerto.
En el segundo bar:
Clara Eloísa pidió un trago con burbujas, se hipnotizó, discutió con un mesero. Se rió, pero luego le vino una tremenda tristeza. Tuvimos que salir a la calle. Tomar un taxi. No decir nada. Prometer que la próxima vez tomaríamos té.
Tuesday, August 30, 2005
Monday, August 29, 2005
Francisco, Sara, Clara, yo. Por separado.
Francisco enfrascado en el viaje y en un cuadro. Hablando solo. Las enredaderas, la sombra, su dominio del contraste. Nada. La disputa entre las cosas y el nombre de las cosas. ¿Un concepto???
Sara. Preocupada. Lugares a los que volver. La maleta, en las vitrinas con las que se encuentra. Mientras compra chicles, cigarros, postales. Para poner en qué otra parte sino debajo de las puertas. ¿Te hablé alguna vez de la Cruz de Mayo? La canción nos desveló a mi, a Andrés, lo que quedaba del año.
Y Clara, los pequeños zapatos. En la escalera. El bolso y la foto que FALTA. La nueva gata. El otro día le confesé que había abandonado a una, rayada, igual a esa. Que desde entonces tenía vergüenza.
Y yo: mi miedo a los niños que venían de otra parte: de la pampa que nos habían prohibido: que invadían el barrio: con tarros de pintura repletos de mora: el tono cantado: casera compra mora?: pegajoso: como la fruta: yo misma: años después: qué pensarán , Fran, cuando me ven entrar, con mi tarro de mora: calles, oficinas, embajadas. Vi la imagen tantas veces por el ojo de la puerta. ¿Compra mora?
Francisco enfrascado en el viaje y en un cuadro. Hablando solo. Las enredaderas, la sombra, su dominio del contraste. Nada. La disputa entre las cosas y el nombre de las cosas. ¿Un concepto???
Sara. Preocupada. Lugares a los que volver. La maleta, en las vitrinas con las que se encuentra. Mientras compra chicles, cigarros, postales. Para poner en qué otra parte sino debajo de las puertas. ¿Te hablé alguna vez de la Cruz de Mayo? La canción nos desveló a mi, a Andrés, lo que quedaba del año.
Y Clara, los pequeños zapatos. En la escalera. El bolso y la foto que FALTA. La nueva gata. El otro día le confesé que había abandonado a una, rayada, igual a esa. Que desde entonces tenía vergüenza.
Y yo: mi miedo a los niños que venían de otra parte: de la pampa que nos habían prohibido: que invadían el barrio: con tarros de pintura repletos de mora: el tono cantado: casera compra mora?: pegajoso: como la fruta: yo misma: años después: qué pensarán , Fran, cuando me ven entrar, con mi tarro de mora: calles, oficinas, embajadas. Vi la imagen tantas veces por el ojo de la puerta. ¿Compra mora?
Sunday, August 28, 2005
Sara dice: en que estás María?
María dice: leyendo un artículo que escribió Tigre
Sara dice: Tigre….el ochentero
Sara dice: me dieron ganas de escuchar a los Electrodomésticos.
María dice: el nuevo estilo de baile?
Sara dice: Nooooooo!!
María dice: nos tomamos un café…
Sara dice: pero no estaban peleados...
María dice: que se yo, me invitó a un café
Sara dice: y???
María dice: puras charadas. Me dijo que era “tan niña”
Sara dice: jajjajajaj
María dice : como en la canción , la niña maría…
Sara dice: te picaste…
María dice: mmmmm
Sara dice: pero que quieres, te juntas con pendejos, te tiran las trenzas y después llegas a la casa llorando…
María dice: maduraste sara!!!!!
Sara dice: no te quejes entonces
María dice: no me estaba quejando, además, tú preguntaste…
María dice: leyendo un artículo que escribió Tigre
Sara dice: Tigre….el ochentero
Sara dice: me dieron ganas de escuchar a los Electrodomésticos.
María dice: el nuevo estilo de baile?
Sara dice: Nooooooo!!
María dice: nos tomamos un café…
Sara dice: pero no estaban peleados...
María dice: que se yo, me invitó a un café
Sara dice: y???
María dice: puras charadas. Me dijo que era “tan niña”
Sara dice: jajjajajaj
María dice : como en la canción , la niña maría…
Sara dice: te picaste…
María dice: mmmmm
Sara dice: pero que quieres, te juntas con pendejos, te tiran las trenzas y después llegas a la casa llorando…
María dice: maduraste sara!!!!!
Sara dice: no te quejes entonces
María dice: no me estaba quejando, además, tú preguntaste…
I
Primero la idea de Fran me pareció buena. Le di ánimo. Hasta le dije que tomaría buses, lo visitaría en algunos pueblos, le llevaría noticias, galletas de la suerte.
Pero imaginé a Fran, caminando de aquí a Valdivia. Tomé un mapa. Conté los kilómetros. Me dio miedo. Y si le pasa ALGO. Y si no VUELVE.
Y si Sara por fin encuentra la maleta que perdió hace un año y también se LARGA.
Recordé: la otra noche bajó la música, nos miró con cara blanca, de muerta. Dijo que en sueños veía la maleta: ardiendo, en un aeropuerto.
Imaginé la hoja sin Fran ni Sara. En blanco.
II
En la tarde me junté con Manu. Trajo nuestra pequeña caja roja. En la que espiar: poemas, cerezos, mujeres durmiendo.
Me habló de una pared llena de mirillas “por las que se veían ambientes pequeños, abandonados. No, María, no era bello, más bien triste”.
¿Nuestra caja libro? No contestó. Cambió de tema, dijo que Duchamp no soportaba a los artistas visuales, que prefería a los escritores. ¿Carroll, Roussel?. Allá él, dije (se me estaba acabando los cigarros y afuera llovía, estaba mal genio). Y cada uno, agregó.
Después habló de la novia, sus solteros.
Tomamos vino. Manu no toma. Se emborrachó. Tuve que acompañarlo hasta la micro.
Primero la idea de Fran me pareció buena. Le di ánimo. Hasta le dije que tomaría buses, lo visitaría en algunos pueblos, le llevaría noticias, galletas de la suerte.
Pero imaginé a Fran, caminando de aquí a Valdivia. Tomé un mapa. Conté los kilómetros. Me dio miedo. Y si le pasa ALGO. Y si no VUELVE.
Y si Sara por fin encuentra la maleta que perdió hace un año y también se LARGA.
Recordé: la otra noche bajó la música, nos miró con cara blanca, de muerta. Dijo que en sueños veía la maleta: ardiendo, en un aeropuerto.
Imaginé la hoja sin Fran ni Sara. En blanco.
II
En la tarde me junté con Manu. Trajo nuestra pequeña caja roja. En la que espiar: poemas, cerezos, mujeres durmiendo.
Me habló de una pared llena de mirillas “por las que se veían ambientes pequeños, abandonados. No, María, no era bello, más bien triste”.
¿Nuestra caja libro? No contestó. Cambió de tema, dijo que Duchamp no soportaba a los artistas visuales, que prefería a los escritores. ¿Carroll, Roussel?. Allá él, dije (se me estaba acabando los cigarros y afuera llovía, estaba mal genio). Y cada uno, agregó.
Después habló de la novia, sus solteros.
Tomamos vino. Manu no toma. Se emborrachó. Tuve que acompañarlo hasta la micro.
Thursday, August 25, 2005
Al café:
Llegó Francisco. Anunció un viaje. Valdivia? Itaca?
Fran. Su omphalus mundi. Yo mientras tanto: dibujaba en el café, me veía la suerte.
Entonces me dio por pensar en el clima. El otoño, la primavera. El verano en Berlín o en Valdivia.
Francisco y su caminata. Lo imaginaba feliz, convertido en un mendigo. Me despedí pero antes le pregunté si creía que alguien leería nuestros escritos. En servilletas. No dijo nada.
El resto de la tarde eescuché a Chavela Vargas. Llorona de azul celeste, llorona...
Llegó Francisco. Anunció un viaje. Valdivia? Itaca?
Fran. Su omphalus mundi. Yo mientras tanto: dibujaba en el café, me veía la suerte.
Entonces me dio por pensar en el clima. El otoño, la primavera. El verano en Berlín o en Valdivia.
Francisco y su caminata. Lo imaginaba feliz, convertido en un mendigo. Me despedí pero antes le pregunté si creía que alguien leería nuestros escritos. En servilletas. No dijo nada.
El resto de la tarde eescuché a Chavela Vargas. Llorona de azul celeste, llorona...
Tuesday, August 23, 2005
Por fin: el pequeño libro.
Y en la reunión de escritores infantiles…
Sara, la preciosa niña gato, el vaquero, Lía y sus lunares, Clara y yo.
Tal vez es verdad, no eran más que papeles para distribuir en los estantes de un par de amigos …. Bueno que más da si se me ocurrieron después de que pasé por una feria. Todo en desorden. Imaginé historias en desorden como manzanas. La mente de POLAR. Las frases cambiadas de POLAR. La razón absoluta y ante todo de WILY.
Mis propias frases cambiadas.
Panorama de la literatura infantil? Ni siquiera para el fin de semana, Sara, querida Gato.
El chico se va a Alemania y qué: NADA.
He visto partir tantos aviones en los últimos tres años que podría dibujar rutas exactas sobre este mantel. O escribir algo para que pase rápido la tarde. Las tardes que desde la buena noticia…
¿Cómo crees que estará el tiempo en Berlín? Como saberlo.
Otro chico brillante (y becado). Y a mi que hace rato me dejó de salir la voz hasta en las reuniones de escritores infantiles.
Y en la reunión de escritores infantiles…
Sara, la preciosa niña gato, el vaquero, Lía y sus lunares, Clara y yo.
Tal vez es verdad, no eran más que papeles para distribuir en los estantes de un par de amigos …. Bueno que más da si se me ocurrieron después de que pasé por una feria. Todo en desorden. Imaginé historias en desorden como manzanas. La mente de POLAR. Las frases cambiadas de POLAR. La razón absoluta y ante todo de WILY.
Mis propias frases cambiadas.
Panorama de la literatura infantil? Ni siquiera para el fin de semana, Sara, querida Gato.
El chico se va a Alemania y qué: NADA.
He visto partir tantos aviones en los últimos tres años que podría dibujar rutas exactas sobre este mantel. O escribir algo para que pase rápido la tarde. Las tardes que desde la buena noticia…
¿Cómo crees que estará el tiempo en Berlín? Como saberlo.
Otro chico brillante (y becado). Y a mi que hace rato me dejó de salir la voz hasta en las reuniones de escritores infantiles.
Friday, August 12, 2005
Hoy Sara llevó el libro a la imprenta. Vio la prueba de color y dijo que estaba bien. Los dibujos de Sara, mis pequeños cuentos.Multiplicados. Para que lo miren los niños como Fracisco, como Sara. De nuevo pequeños. Yo juego al tren, Francisco se saca fotos en bicicleta, Sara, ya lo dije, salta un cordel.
No, Fran, la noche en que descubrí las luciérnagas no fue como en el cuento. Mis zapatos tampoco hablaban bajo la mesa. Pero eran rojos.
La bailarina no pudo quitárselos. ¿Te acuerdas?. Sara escucha pero no dice nada, pone cara de insomnio.
Pasé días pensando que yo era la primma ballerina. El cuerpo derecho, como el de las funámbulas.
No, Fran, la noche en que descubrí las luciérnagas no fue como en el cuento. Mis zapatos tampoco hablaban bajo la mesa. Pero eran rojos.
La bailarina no pudo quitárselos. ¿Te acuerdas?. Sara escucha pero no dice nada, pone cara de insomnio.
Pasé días pensando que yo era la primma ballerina. El cuerpo derecho, como el de las funámbulas.
Sunday, July 10, 2005
Sábado: dos de la tarde. Fui a comprar comida preparada.
Mientras esperaba mi pedido, el señor Tanaka . Paisajes en los que pensar cuando como todos los días (en la misma mesa) se bebe sopa. Por años.
Los pensamientos del señor Tanaka. (oyahoo Tanaka san, ohayooo, o genki desuka, hai genki desu…)
Mientras bebe sopa.
Mientras esperaba mi pedido, el señor Tanaka . Paisajes en los que pensar cuando como todos los días (en la misma mesa) se bebe sopa. Por años.
Los pensamientos del señor Tanaka. (oyahoo Tanaka san, ohayooo, o genki desuka, hai genki desu…)
Mientras bebe sopa.
Wednesday, June 22, 2005
Nuestro año nuevo. Por único brindis: muday.
¿Te acuerdas de esos patios de luz? (las enredaderas, su disputa eterna por el muro). Así nosotros. Sí, claro que me acuerdo.
Tú en bicicleta, yo, las rodillas eternamente sucias: en patines.
Quedémonos entonces en ese día. ¿Qué hacía Sara? Ponía un elástico entre dos sillas. Saltaba. Jugaba sola.
Hoy tomamos un café. Me mostró postales.
Arrepentida. Cómo saber: ¿de no haber visitado esos lugares? ¿de no haber regresado nunca a otros?
La luna de Sara
¿Te acuerdas de esos patios de luz? (las enredaderas, su disputa eterna por el muro). Así nosotros. Sí, claro que me acuerdo.
Tú en bicicleta, yo, las rodillas eternamente sucias: en patines.
Quedémonos entonces en ese día. ¿Qué hacía Sara? Ponía un elástico entre dos sillas. Saltaba. Jugaba sola.
Hoy tomamos un café. Me mostró postales.
Arrepentida. Cómo saber: ¿de no haber visitado esos lugares? ¿de no haber regresado nunca a otros?
La luna de Sara
Sunday, June 19, 2005
Después del té:
(llegó solo Francisco, Sara faltó y no tomó precisamente té sino tragos con burbujas. Últimamente y a su pesar: típico de Sara)
Entonces tal vez lo conveniente sería pedir pulseras a Lalén Kusé y Lalén Kucha. ¿Dedicarse a tejer? ¿Seguir tomando infinitamente té? Cerrar la boca, sobre todo eso.
Revisar la versión buena y la mala de todo. Los jardines imperiales, los jardines de revista, el jardín del lado de tu casa, Fran. Nuestra conversación: siempre la misma. Y Sara que definitivamente decidió irse a quien sabe que parte.
Hemos podado tantos árboles y fumado tantos cigarros el último mes. Y de los crisantemos que plantamos en la última primavera. Ni rastro. This is the problem.
Y qué hacer con los dolores de cabeza de Sara. Con sus dibujos. Con los lugares que recorre una y otra vez. Las manos eternamente manchadas de tinta. Siempre que llegamos al segundo té nos da por imaginarnos a Sara de niña. Con una tiza en la mano dibujando el pavimento (las pequeñas rodillas eternamente heridas). 1,2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9. El cielo de Sara.
Dibujo de Sara
(llegó solo Francisco, Sara faltó y no tomó precisamente té sino tragos con burbujas. Últimamente y a su pesar: típico de Sara)
Entonces tal vez lo conveniente sería pedir pulseras a Lalén Kusé y Lalén Kucha. ¿Dedicarse a tejer? ¿Seguir tomando infinitamente té? Cerrar la boca, sobre todo eso.
Revisar la versión buena y la mala de todo. Los jardines imperiales, los jardines de revista, el jardín del lado de tu casa, Fran. Nuestra conversación: siempre la misma. Y Sara que definitivamente decidió irse a quien sabe que parte.
Hemos podado tantos árboles y fumado tantos cigarros el último mes. Y de los crisantemos que plantamos en la última primavera. Ni rastro. This is the problem.
Y qué hacer con los dolores de cabeza de Sara. Con sus dibujos. Con los lugares que recorre una y otra vez. Las manos eternamente manchadas de tinta. Siempre que llegamos al segundo té nos da por imaginarnos a Sara de niña. Con una tiza en la mano dibujando el pavimento (las pequeñas rodillas eternamente heridas). 1,2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9. El cielo de Sara.
Dibujo de Sara
Saturday, June 18, 2005
Registrar.Enumerar. Contar. Nada nuevo...
Como las mujeres japonesas que tenían un cajón en la almohada de la cama en el que guardaban diarios personales o cartas.
Sei Shonagon en la corte de la Emperatriz Sadako, haciendo listas, enumerando:
- "Cosas que ganan al ser pintadas"
- "Cosas que pierden al ser pintadas"
- "Cosas que desagradan"
- "Cosas que hacen latir deprisa el corazón"
- "Cosas que despiertan una querida memoria del pasado"
(El Libro de la Almohada)
Imagino a mi abuela que por años ha escrito COSAS en su cuaderno.
Mi propia costumbre de anotar COSAS.
Como las mujeres japonesas que tenían un cajón en la almohada de la cama en el que guardaban diarios personales o cartas.
Sei Shonagon en la corte de la Emperatriz Sadako, haciendo listas, enumerando:
- "Cosas que ganan al ser pintadas"
- "Cosas que pierden al ser pintadas"
- "Cosas que desagradan"
- "Cosas que hacen latir deprisa el corazón"
- "Cosas que despiertan una querida memoria del pasado"
(El Libro de la Almohada)
Imagino a mi abuela que por años ha escrito COSAS en su cuaderno.
Mi propia costumbre de anotar COSAS.
Un dato para mi amigo Fran. De Toretti. Ya te conté algo. Habla de jardines y esas cosas.
¿Sabías querido Fran, que alguien pensó una vez que los astros surgían de un círculo de fuego, que se separa del fuego cósmico y es envuelto por el aire?
Hay respiraderos, orificios como en una flauta, por los cuáles aparecen los astros. Los eclipses se producirían entonces cuando se tapan los respiraderos. "La luna aparece a veces creciente, a veces menguente, según se obstruyen o se abren los orificios".
¿Sabías querido Fran, que alguien pensó una vez que los astros surgían de un círculo de fuego, que se separa del fuego cósmico y es envuelto por el aire?
Hay respiraderos, orificios como en una flauta, por los cuáles aparecen los astros. Los eclipses se producirían entonces cuando se tapan los respiraderos. "La luna aparece a veces creciente, a veces menguente, según se obstruyen o se abren los orificios".
Subscribe to:
Posts (Atom)