Wednesday, June 22, 2005

Nuestro año nuevo. Por único brindis: muday.
¿Te acuerdas de esos patios de luz? (las enredaderas, su disputa eterna por el muro). Así nosotros. Sí, claro que me acuerdo.
Tú en bicicleta, yo, las rodillas eternamente sucias: en patines.
Quedémonos entonces en ese día. ¿Qué hacía Sara? Ponía un elástico entre dos sillas. Saltaba. Jugaba sola.
Hoy tomamos un café. Me mostró postales.
Arrepentida. Cómo saber: ¿de no haber visitado esos lugares? ¿de no haber regresado nunca a otros?
















La luna de Sara

Sunday, June 19, 2005

Después del té:

(llegó solo Francisco, Sara faltó y no tomó precisamente té sino tragos con burbujas. Últimamente y a su pesar: típico de Sara)

Entonces tal vez lo conveniente sería pedir pulseras a Lalén Kusé y Lalén Kucha. ¿Dedicarse a tejer? ¿Seguir tomando infinitamente té? Cerrar la boca, sobre todo eso.
Revisar la versión buena y la mala de todo. Los jardines imperiales, los jardines de revista, el jardín del lado de tu casa, Fran. Nuestra conversación: siempre la misma. Y Sara que definitivamente decidió irse a quien sabe que parte.
Hemos podado tantos árboles y fumado tantos cigarros el último mes. Y de los crisantemos que plantamos en la última primavera. Ni rastro. This is the problem.
Y qué hacer con los dolores de cabeza de Sara. Con sus dibujos. Con los lugares que recorre una y otra vez. Las manos eternamente manchadas de tinta. Siempre que llegamos al segundo té nos da por imaginarnos a Sara de niña. Con una tiza en la mano dibujando el pavimento (las pequeñas rodillas eternamente heridas). 1,2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9. El cielo de Sara.















Dibujo de Sara
Cota: este diario de Japón está bueno, bueno
http://www.tokyonikki.com

Saturday, June 18, 2005

Registrar.Enumerar. Contar. Nada nuevo...
Como las mujeres japonesas que tenían un cajón en la almohada de la cama en el que guardaban diarios personales o cartas.
Sei Shonagon en la corte de la Emperatriz Sadako, haciendo listas, enumerando:
- "Cosas que ganan al ser pintadas"
- "Cosas que pierden al ser pintadas"
- "Cosas que desagradan"
- "Cosas que hacen latir deprisa el corazón"
- "Cosas que despiertan una querida memoria del pasado"
(El Libro de la Almohada)

Imagino a mi abuela que por años ha escrito COSAS en su cuaderno.
Mi propia costumbre de anotar COSAS.
Un dato para mi amigo Fran. De Toretti. Ya te conté algo. Habla de jardines y esas cosas.
¿Sabías querido Fran, que alguien pensó una vez que los astros surgían de un círculo de fuego, que se separa del fuego cósmico y es envuelto por el aire?
Hay respiraderos, orificios como en una flauta, por los cuáles aparecen los astros. Los eclipses se producirían entonces cuando se tapan los respiraderos. "La luna aparece a veces creciente, a veces menguente, según se obstruyen o se abren los orificios".