Monday, February 19, 2007

VIAJE POR UN PAÍS MUY EXTRAÑO

EN UN PAÍS MUY EXTRAÑO LAS COSAS NO SUCEDEN COMO EN LOS PAÍSES MUY NORMALES.
ASUNTO QUE NO HAY QUE OLVIDAR SI SE DECIDE HACER UN VIAJE MUY EXTRAÑO.

FORMAS DE UBICARSE

Lo primero que hay que tener en cuenta es que los mapas no sirven de nada porque en Un País Muy Extraño los árboles, las islas y los edificios cambian constantemente de lugar.

Si un visitante toma un barco para ir a la isla Tortuga (todos los Países Muy Extraños tienen una isla llamada Tortuga ), lo más probable es que al llegar, la isla ya no esté ahí y en lugar de ella se encuentre el Impresionante Teatro de Variedades o la Oficina de Correos.

En esos casos particulares los visitantes tendrán la oportunidad de ver a una mujer barbuda o enviar cartas a sus parientes, cosa que no deja de ser interesante si se está en medio del mar.

Pero así como existen todo tipo de países también los viajeros presentan una amplia variedad y habrá más de alguno que presente gran desilusión por no haber llegado a la isla Tortuga.

Se recomienda a ese tipo de viajeros no entristecerse por no dar con el destino esperado porque lo más probable es que al continuar su recorrido encuentren finalmente la isla bajo un cartel que diga Reparadora de Calzado o Museo.

Debido a los ejemplos citados podemos afirmar con toda propiedad que las excursiones por Un País Muy Extraño pueden resultar impredecibles.

Se recomienda a los viajeros reemplazar el mapa por un espejo, cuya imagen irá cambiando junto con el paisaje.

INTERCAMBIO DE SALUDOS

En Un país muy Extraño se saluda de manera Muy Extraña ya que los Particulares Habitantes de Esas Tierras son aficionados a la Ley de Asociación.

Desde los Lejanos Tiempos utilizan un particular sistema que consiste en intercambiar botellas de saludo en cuyo interior se introducen letras del Alfabeto Romano.

Una botella de N.R.R.V.D.E.R.T.A es in duda una gran bienvenida que el Habitante de Un País Muy Extraño asocia con la siguiente frase:

“Nuestro Reverente Respeto Al Visitante De Estas Remotas Tierras Abundantes”

Cosa que nunca el viajero debe confundir con:

“Ningún Regordete Rinoceronte Atarantado Verá Desplomarse Este Rincón Tan Azucarado”

No pocas veces la Ley de Asociación se ha prestado para malos entendidos que han terminado incluso con la apresurada partida de algunos viajeros que por no dominar la Ley de Asociación piensan que los Habitante de Un país Muy Extraño carecen de buenos modales.

Pero volviendo al tema del saludo: los contenidos de las botellas pueden variar según la creatividad y la impresión que se causen mutuamente viajeros y habitantes.

Debido a que en Un país Muy Extraño los encuentros, al igual que las excursiones, son impredecibles lo más prudente es llevar botellas vacías e ir llenándolas con letras del Alfabeto Romano según el tipo de saludo que se quiera expresar.

No se debe olvidar bajo ninguna circunstancia que recibir una botella de saludo y no responder entregando otra botella de iguales características sí que es una muestra de mala educación (en Un País Muy Extraño y en cualquier parte)
EL CLIMA

En los Lejanos Tiempos el clima de Un país Muy Extraño se regía por un sistema de dados manejado con gran sentido del deber por Los Encargados.

Cada mañana Los Encargados se sentaban frente a la Mesa Climática, lanzaban los dados y procedían a observar la Tabla de Equivalencias.

Tabla de Equivalencias:

1 = sol
2 = parcial
3 = tibia brisa
4 = chubascos
5 = lluvias
6 = truenos y relámpagos

El sistema a simple vista parecía sencillo, asunto bastante lejano a la realidad si se considera que para decidir el estado del tiempo Los Encargados utilizaban seis dados.

Cuando más de tres de los dados caían en 1, es decir en sol, no había problemas ya que por mayoría de dados el día resultaba soleado.

El problema se producía cuando por ejemplo, dos dados caían en sol, uno en chubasco, dos en nubes y el último en truenos y relámpagos.

El resultado era una día de absoluto desorden climático con sol, chubascos, nubes, truenos y relámpagos de una sola vez, cosa que no beneficiaba en nada a la agricultura ni a los Habitantes de Un País Muy Extraño que se veían obligados a vestir traje de baño y abrigo al mismo tiempo.

Un sistema como este no podía durar mucho tiempo, así que luego de extensas reuniones en las que los Habitantes de un País Muy Extraño hicieron diferentes propuestas, se instauró un nuevo sistema climático que rige hasta el día de hoy y que si bien no benefició a la agricultura, resultó sumamente democrático.

Se entregó un dado y una Tabla de Equivalencias a cada Habitante para que lo tirara en su propia mesa luego de bañarse y cepillarse los dientes. El resultado del dado indica el tipo de clima que rige para el metro cuadrado de ese habitante en particular.

Por lo explicado, a los viajeros no debe causarles impresión ver como en un País Muy Extraño puede encontrase a una persona a la que siguen truenos y relámpagos junto a otra que disfruta del sol o de una tibia brisa. Tampoco deben olvidar llevar un dado.
MEDIOS DE TRANSPORTE

Los medio de transporte más usados en Un País Muy Extraño son el tranvía y el avestruz.

Tranvías
Los tranvías de Un País Muy Extraño no se diferencian en nada de los tranvías de los países
Muy Normales, por lo menos en lo que se refiere al aspecto.

Los viajeros deben esperarlos bajo los letreros que indican : AQUÍ PUEDE TOMAR EL TRANVÍA luego de comprar un boleto en alguna de las casetas cuyo cartel indique: AQUÍ PUEDE COMPRAR UN BOLETO PARA VIAJAR EN EL TRANVÍA.

Al subir el viajero se encontrará con una gran variedad de pasajeros: jirafas, fósforos, panes de miel, señoras, señores, rinocerontes, circos de Rumania, torres, caballos, alfiles, chimeneas, zapatos rojos, reinas, escaleras, jueces, elefantes tamaño mediano, canchas de patinaje, penínsulas, niños y platos de arroz. Todos con boleto y sentados en su respectivo columpio.

Sin duda que los viajeros más impresionables repararán en la gran capacidad de estos medios de transporte, asunto que aún no puede ser explicado por las leyes de la física ni de las matemáticas. Tampoco importa mayormente ya que a pesar de que el interior de los tranvías está generalmente repleto, siempre queda un columpio disponible para que el nuevo pasajero viaje y se siente como si estuviera en una Plaza.


Avestruces
Viajar en avestruz es más solitario pero puede resultar más fácil. El pasajero no necesita llegar a un paradero ni adquirir boleto alguno. Sólo debe esperar que pase una de estas aves, subirse encima e indicarle la ruta en tono melódico.

Encantada, el avestruz dejará al pasajero en el lugar de destino, ya que como todo el mundo sabe, se trata de animales con muy buena voluntad.
COMIDA TIPICA

El Plato Típico de Un País Muy Extraño es la Sopa Bella.

Para acceder a esta exquisitez los viajeros deben ir a cualquier casa del lugar con una cuchara en la mano y recitar el Poema de la Sopa Bella mientras giran en círculos alrededor de sí mismos, tradición Solemne y Antiquísima.

Al ver esta muestra de interés por la Sopa Bella los Habitante de Un País Muy Extraño darán inmediatamente al viajero una abundante ración.

Demás está agregar que para probar tan delicioso manjar es fundamental aprender el Poema al pie de la letra y llevar una cuchara.

Poema de la Sopa Bella

¡Sopa bella! ¡Tan rica y verde!
¡Cómo nos aguarda en caliente cazuela!
¿Quién por tanta delicia
no cedería a su natural inclinación?

¡Sopa de la noche! ¡Hermosa sopa!
¡Sopa de la noche! ¡Hermosa sopa!

¡Hermoooo-sa sooooopa!
¡Hermoooo-sa sooooopa!

¡Soo-oo-oo-pa de la no-oo-ooche!
Hermosa, hermosísima sopa!

(Poema de Lewis Carrol)
REGRESO

Existen muchas opciones para que el viajero regrese desde Un país Muy Extraño hacia su País de Origen.

Una de las más usadas es el Lanzamiento del Ovillo.
Este sistema consiste, como ya estarán imaginando los lectores, en hacer un ovillo de hilo y lanzarlo hacia el país de origen sin soltar la punta para luego caminar siguiendo el hilo.

Si el lanzamiento fue realizado exitosamente, al terminar de enrollarlo, el viajero se encontrará con su país.

Otra forma menos tradicional y sólo para atletas es la Comunicación por Linterna.
Para realizarla se debe escribir con tiza la ruta que se desea realizar.


Ejemplo:

VOY A JAPÓN

NECESITO REGRESAR AL CONGO

(Las letras deben sor lo suficientemente grandes para ser vistas desde el aire)

Luego de esto el viajero debe tomar una linterna, apuntar al cielo, llenar sus pulmones de aire y empezar a correr siguiendo la línea de las letras.

Si corre lo suficientemente rápido logrará proyectar el mensaje hacia el cielo y hacer que lo vea algún avión, helicóptero o globo aerostático que se dirija hacia su mismo lugar de destino. En el caso de los ejemplos hacia Japón o el Congo.

Debido a la gran exigencia física que se requiere para Comunicarse por Linterna y a las pocas probabilidades de que pase un avión, helicóptero o globo aerostático que se dirija exactamente al mismo país del viajero, muy pocos han logrado abandonar Un País muy Extraño utilizando este sistema. Solo dos viajeros para ser exactos.

Por lo mismo es preferible optar por el Lanzamiento del Ovillo, operación de se recomienda realizar después de visitar la Isla Tortuga ( el Teatro de Variedades u Oficina de Correos), saludar a mucha gente, disfrutar de los distintos climas, viajar en tranvía o avestruz y probar la Beeeeeeeella Sooooooooopa.

(fin)

Thursday, February 08, 2007

VI
El árbol niña nació del frío. Y esperó el otoño, todo el invierno para sacar sus flores a la mañana del jardín.
Observábamos a los conejos festejar, volverse en un instante copo de azúcar o diente de león, olvidar incluso comer las lechugas de la una de la tarde. Lo mismo las cigarras y las pequeñas arañas blancas.
Queríamos ser parte de la fiesta, decirle al árbol niña que también nosotras esperábamos su primavera.

¿Es verdad que sus flores tiene nombre? preguntaba María Sol.
¿Es verdad que se llaman Magnolia Sur, Magnolia Trigo, Magnolia Inés?, decía como quien habla con el espíritu de alguna cosa o con el aire.


VII

A las seis de la mañana despertaba la casa. Las tazas se movían lentamente por encima del mantel y las cucharas caminaban en fila india del cajón hasta la mesa y de la mesa hasta los platos, como niñas de plata o pequeñas espigas. La tetera se acercaba con paso lento y casi siempre llevaba sombrero.
Imaginábamos al pequeño dios de la casa bostezando acurrucado en uno de los jarrones.
Y en medio del sueño veíamos el baile de las cosas.

VIII
¿Qué pasaría si de pronto cruzáramos la puerta y no estuviera el árbol ni los pastos?
¿Sería entonces el frío?
¿Sería el blanco?

No soportábamos las preguntas de María Magnolia ni el miedo a imaginar ese vacío.