Saturday, December 30, 2006
Tuesday, December 26, 2006
-a mi mamiiiii
-los cafés con mi papá
-el té ahumado con román, xime, piti, la cota
-las conversaciones raras en el hospital barros luco
-las tardes libres para hablar japoespañol con motoko o el señor watanabe
-a julio r
LAS COSAS QUE DEJO
-La pieza de Poble Sec (largo, largo, largo de contar)
-El trabajo como crupier cibernético
LAS COSAS QUE GANO
-Mis lecturas de India
-Las tardes a punta de café intentado diferenciar el nombre de un río al norte de Pekín del nombre del emperador amarillo
-Los cafés y los dulces árabes con mi rafael
-Tanta gente a la que volví a encontrar y con la que retomé la conversación, sin tener que preguntar nada.
Y las gracias por el año que pasó a los que están, a los que están lejos (son tantos!!!) a los que ya no estarán más (mi querido rey de los elefantes, la sole y sus ángeles), pero que siguen estando.
Wednesday, November 08, 2006
Y bueno la rutina es más o menos así: trabajo de 10 a 4, después me vengo a la universidad, leo algo o doy vueltas, entro a clases de India, Tibet, China o Japón, depende del día.
Me siento una traidora con el emperador porque la verdad es que alucino con las clases de India contemporánea, la mezcla de castas con las aldeas tecnológicas, el BJP, Bollywood. Debo ser muy nerd pero alucino.
Thursday, October 12, 2006
III
La primavera venía en septiembre. Por eso para nosotras septiembre era un país de polen. Recuerdo los vestidos que las tías hacían con un molde de revista. Las trenzas.
Y el nombre María. María Magnolia. María Jardín. María Luz.
IV
¿Dónde guardaban los girasoles el corazón? ¿Era en el centro? Ese círculo que sostenía sus brazos, las pequeñas lenguas ¿Era su corazón, mamá?
Nos quedábamos perdidas mirando esos soles como niños amarillos en medio del pasto. Todos en la casa sabíamos que eran niños flor y eso les permitía abandonar el jardín por las noches y entrar en la despensa, para probar la miel, las galletas. A veces, dormidas, confundíamos sus pasos con los de un ratón o un pájaro. Pero María Alelí nos tranquilizaba, decía en medio del sueño: “otra vez los niños flor. Mañana no habrá galletas”.
También decía que tenían corazón, que ella les podía escuchar el corazón y que no latía sino que zumbaba como una abeja. Por eso la miel.
Hoy caí en dos vicios que había evitado: la nutela y las librerías. Así que aquí estoy con mi frasco de chocolate y lista para empezar a leer Tres Poemas de John Ashbery. Llueve y llueve en Barcelona. En dos días me despediré del Barrio Gótico para irme al barrio de Serrat. Hoy caminé mucho, iba a ir al museo de Dalí, pero opté por el libro. La economía del estudiante, a la que no me acostumbro aún, no me permitía las dos cosas.... Pero mañana creo que me compraré unas botas de agua, del estilo inundación. Hay de colores.
Pero las luciérnagas no se dejaban atrapar y seguían su vuelo de arbustos diminutos. Queríamos para nosotras esa luz: imaginábamos vestidos, sombrillas, perlas con lirios pequeños en el centro, todas nosotras vestidas de jardín.
Pero las luciérnagas no se dejaban atrapar, insistían en su raíz de aire.
Tuesday, October 10, 2006
Llegaban en fila y su educación estricta no les permitía hablar en otro idioma que no fuera el blanco. Y esas palabras eran para nosotras una lengua extraña, lengua de flor o pájaro.
“Las margaritas son alemanas, estoy segura que cargan esos canastos porque son alemanas y traen los dulces de Colonia” decía la prima menor. “Estoy segura de que ese idioma no es el blanco. Las margaritas hablan el alemán de Colonia”, decía.
Las demás la hacíamos callar. La mirábamos incrédulas. Disimuladamente le tirábamos la trenza.
Las margaritas seguían: margaritas de ballet: el paso en cuatro compases: los pétalos respingados.
El desfile por el jardín duraba 23 minutos y se repetía todos los años. Durante dos nuestra prima menor insistió en su teoría del origen. El tercer año ya era una prima mayor y no dijo nada.
Al llegar a la mitad del jardín las margaritas se inclinaban al mismo tiempo y ponían las pequeñas zapatillas dentro de la tierra. Dejaban al lado el canasto, miraban la primavera del jardín y empezaban a ser flores.
Monday, October 09, 2006
BARCELONA
Ya estoy casi instalada en Barcelona. Llegué hace cuatro días y tengo pieza arrendada por un mes mientras encuentro algo un poco más definitivo.
Hoy hice algunos trámites como abrir mi cuenta, comprar celular. Me queda el empadronamiento y con eso ya puedo empezar a buscar alguna pega.
Mis clases empiezan el 16, así que por ahora me dedico a pasear por la ciudad, que tiene un clima tan húmedo como Panamá. Tanto que dormí una siesta y soñé que estaba en Ciudad de Panamá comprando unos chocolates para Tamila.
Para pasear por la ciudad me sirven mis 15 años de hija única. Camino sola y paro a tomar un café o a fumar un cigarros en cualquier parte. Ayer fui a la playa a dormir un rato y a releer Papeles Salvajes de Marossa Di Giorgio. Mi libro de almohada que me hace sentir la ciudad o a mi misma más familiar. Porque aquí estoy sola con mi libro de Marossa, el Genji Monogatari (que no puedo llevar a la playa), una historia de Asia, para no llegar tan colgada el lunes, y nada más. También algunas cartas de antes de partir, un par de fotos y una tarjeta que me escribió Enrique hace muchos años.
No he querido mirar las fotos de la despedida porque creo que se me caerían las lágrimas y el aire ya está lo suficientemente húmedo.
Lo pasé tan bien las semanas antes de venirme, que me cuesta un poco estar acá. Pero bueno, estar acá casi no era una elección. Mis estudios asiáticos. A veces no quisiera haber agarrado nunca de la biblioteca de Enrique ese libro de Mishima. Se debe estar riendo en alguna parte, porque han pasado diez años y por culpa de ese libro vendí lo que no tenia para ir a Tokio y ahora estoy en una ciudad donde nunca pensé estar. Me acuerdo perfecto que lo leí cuando tenía 19 años. Y no pude dejar de pensar en esa belleza tan cruda, imperfecta. Aún hoy. La fiebre asiática que me pegué a los 19 años, como dicen mis amiguis.
Y no hay más que eso, con eso uno se sube al avión y con eso sigue.
Y claro que la cabeza se me va, vuelve a Chile, a ciertos departamentos y calles que por un minuto habría habitado para siempre.
Pero acá estoy, y es eso.
Wednesday, August 16, 2006
Si estaba pensativa le salían margaritas.
Si le daba risa, bugambilias.
Si estaba triste, calas.
Pero había días especiales, en que Antonia se reía, pensaba, soñaba y suspiraba a la vez.
Esos días su cabeza se llenaba de lirios, margaritas, bugambilias, crisantemos, calas y magnolias al mismo tiempo.
Parecía una primavera, todo en la cabeza de Antonia.
Thursday, July 20, 2006
Monday, July 17, 2006
La estoy escuchando otra vez. Y diceeeeeeeee:
And so it is
Just like you said it would be
Life goes easy on me
Most of the time
And so it is
The shorter story
No love, no glory
No hero in her sky
I can't take my eyes off of you
I can't take my eyes off you
I can't take my eyes off of you
I can't take my eyes off you
I can't take my eyes off you
I can't take my eyes...
Saturday, July 15, 2006
Sunday, July 09, 2006
Espíritu de las cosas. Un ángel: un ángel durmiendo en la palma de una mano. Avecitas niñas que mirábamos: entrar por la ventana o salir sin aviso de los jarrones para cruzar la casa como luz o saltamontes blanco. Sólo algunos tenían el don de hacerlos dormir entre sus manos. Las pequeñas alas quietas, el ángel respirando por un segundo al ritmo de las cosas. El resto susurraba es el amor, es el amor del ángel. Los de la casa queríamos cuidarlo para siempre, velarle el sueño.
Wednesday, June 28, 2006
Tuesday, June 20, 2006
Wednesday, May 31, 2006
Si alguien quiere saber más sobre las movilizaciones de los estudiantes secundarios de Chile aquí hay una dirección donde se pueden ver sus blogs.
http://insomniac0.blogspot.com
Las marchas fueron ayer y hoy en Santiago.
Thursday, May 25, 2006
Monday, May 22, 2006
Respuestas al Libro de las Preguntas de Neruda de algunos de los asistentes al Hospital de Día de la Unidad de Siquiatría del Hospital Barros Luco de Santiago.
¿Cuántas iglesias tiene el cielo?
-“Vaya pregunta. En un mundo idealista e imaginario esta pregunta puede tener algo de sentido. O en otro caso puede responderla la escatología, tema que yo no domino en ningún aspecto”.
“Cada nube puede ser una iglesia, ya que estos cuerpos representan la pureza, el afán del hombre por sentirse ingrávido, sentirse como en un templo construido con vapor de agua.”
Carlos
Diagnóstico: Paranoia Vera
¿Cuál es el pájaro que llena el nido de limones?
-“El sol”
Danilo,
Diagnóstico: Esquizofrenia
-“El sol, llena de limones el limón. Aunque generalmente los pájaros ponen sus huevos en los limones”.
Fabián.
Diagnóstico: Esquizofrenia. Primer brote.
¿Por qué los inmensos aviones no se pasean por sus hijos?
“Los inmensos aviones no pueden pasearse con sus hijos porque los inmensos hacen trayectos largos y los chicos se dan vueltas cortas y con menos pasajeros”.
Fabián.
Diagnóstico: Esquizofrenia. Primer brote.
Wednesday, April 26, 2006
Thursday, April 20, 2006
En un par de semanas viajo a ver a Sara. Había juntado algo de plata para comprar un computador. Pero extraño a Aki, Natsuko, Sara y mientras pensaba en lo mucho que quería estar tomando un café con ellos pasé por fuera de una agencia de viajes. Terminé comprando un pasaje para ir a ver a Sara y me quedé sin computador.
Y hace unos días: mi viaje. Temuco y Puerto Saavedra (de ahí la foto de la mujer tejiendo canastos). Cada vez que voy quiero quedarme en medio de una de esas conversaciones en las que todas las mujeres de la familia hablamos mientras el tiempo no pasó nunca. Soñé que vivía en otra ciudad, que estaba en un templo de Nara, que pasaba por fuera de una vitrina y entraba a comprar un boleto de avión para visitar a Sara. Sigo jugando en un patio de Comuy, persiguiendo a mis primas, durmiendo la siesta. Mi padre y Enrique concentrados en tomar fotografías mientras yo junto caracoles y los pongo en fila en mitad de una vereda. Tengo cuatro años y un vestido verde, a cuadros.
Monday, April 10, 2006
Sábado en la mañana: pensabamos en ceremonias del té a las que no habíamos asistido pero podíamos imaginar: la dignificación de la pequeñez y del gesto, objetos que nos parecían hermosos (una taza de porcelana con forma de flor que mirábamos al pasar por la tienda del anticuario) porque intuíamos en ellos:
la impermanencia de las cosas
la belleza de lo incompleto e imperfecto
tratados orientales en los que todo transcurre en medio del silencio y la penumbra de un espacio vacío. Sara y Fran también habían decidido gastar el tiempo en cosas inútiles. Yo enfrascada por años en entender una caligrafía extraña. Fran en el cultivo de rosas. Sara en sus kamikazes y dibujos. Un vacío que compartíamos y nos hacía hermanos. Vacío el principio, vacío el final y mientras tanto: una taza de té donde mirar el universo.
Monday, March 27, 2006
Tuesday, March 21, 2006
También una poeta favorita:
Las historias se agolparon de súbito, comenzó la visión. El personaje transitaba de espaldas; pero yo le veía la nuca armoniosa y casi le reconocía, oh, ¿no era aquel primo hermano de mi madre ¿Aquel amigo preferido de la casa? ¿o mi primer novio? ¿o quien nos había salvado hacía tiempo en una tarde de lobos? Me atrevía a interrumpir a mi madre; ella se volvió –el rubí sobre las cejas- entre interrogando y distraída. Y yo: ¡Mariano Isbel! Porque de súbito recordé el nombre, y me pareció que con eso estaba ya todo dicho. ¡Mariano Isbel! El personaje me volvía el rostro oscuro, los ojos brillantes.
Oh, sí, era aquel amigo preferido de la casa, y mi primer novio. Y rescaté la tarde, con trigos y con lilas; y el viejo carromato y las niñas, cuando fuimos al horizonte, y Mariano Isbel nos salvó a todos de la sombra de un lobo. Oh, y después se había muerto. Después se había muerto. Clamé: ¿Cómo nos hemos olvidado de Mariano Isbel?... ¿Pero cómo nos hemos olvidado?...
Todos me miraban entre interrogando y distraídos. Y como las lágrimas me inundaron el rostro, las criadas me llevaban desde la mesa a la alcoba. Oí los rumores y los himnos del final de la cena, las enaguas de flores de mis primas que se recogían, el paso de reina de mi madre. Lloraba tratando de retener el sollozo; pero, las lágrimas me inundaron el hombro, las sábanas, y así, empecé a llorar a gritos, enloquecida; y mi madre se arrodilló y me tomó los hombros, y me decía: -Niña, pequeña mía te vas a volver loca. Mira que te vas a volver loca. Nombras a alguien que nunca existió. Hablas de alguien que nunca existió.
Y lo terrible era que en lo hondo, yo no ignoraba que ella decía la verdad. Haciendo un esfuerzo supremo me rehice y sonreí. Entonces, ellos se iban y se llevaban las lámparas. Del otro lado de los vidrios, la luna se encendió y me envío algo blanco, una avecilla, un patito de dulzuras, que me entró en la sangre, en el corazón. Iba a volverme feliz, y a cerrar los párpados , cuando allí en la media sombra, sobre la vieja arca, sentado, rígido, vi a Mariano Isbel que me dijo: -Llórame.
Monday, March 20, 2006
Nuestra mesa siempre fue un desastre. No sabíamos oler el vino. No sabíamos beber el vino. Tal vez por eso los demás volvían la vista hasta que quedábamos pequeños. Sara, Fran y yo irreconocibles, diminutos, estirando los brazos hacia las lámparas de la casa. Nuestro dios: también pequeño, insecto blanco que sabíamos: se alimentaba de luz.
Friday, March 10, 2006
Sara quería dibujar el mundo.
Se subía a los árboles y les dibujaba manzanas, miraba el cielo y le dibujaba estrellas, las flores y les dibujaba vestidos.
Dibujó tanto que un día sus pequeños dedos se transformaron en barras de tiza.
Todos los niños del barrio eran sus amigos porque Sara les dibujaba caramelos.
Un día, cansada de haber dibujado un zoológico para su hermana, Sara se dio cuenta de que la vida era como un gran pizarrón verde.
Entonces salió a la calle y dibujó su propio cielo. Con estrellas, tres lunas y cuatro arco iris con forma de círculo.
1,
2, 3,
4, 5,
6, 7,
8, 9:
el cielo de Sara.
Thursday, March 09, 2006
Sara te das cuenta como hay un día que parte la vida en dos. Ser espectador de ese día deja también una fisura. No es dolor, sólo una grieta como la que mirábamos de niñas en el muro. Las dos calladas (cosa rara).
Son esas grietas las que te hacen pensar en sistemas de protección, en gestos. Para los tuyos, que no son tantos. Si finalmente son los mismos con los que aprovechabas el sol en los recreos. Se sumaron dos o tres que eran igual a esos y no más (el resto nombres, caras que alguna vez pensaste podrían partir tu vida en dos, pero que ahora ves de lejos, veladas)
Porque cuando te das cuenta de que el tiempo es poco, vuelves por abrigo, no se a dónde, pero vuelves a algo.
Tuesday, March 07, 2006
Hoy enterramos a Pancho, el novio y compañero de Marisel.
No sabemos por qué alguien elige tomar un día su auto y bajar en un cerro de una cuidad como esta para no volver a salir nunca. No sabemos lo que piensa en el trayecto. No sabemos nada de una despedida como esa. Pensaba en ella o tal vez ya no pensaba en nada. Los que estudian a los suicidas dicen que hay un momento previo al abandono de la vida en que se abandonan los lazos y los pensamientos.
Y yo creo no entender pero intuyo que los que estudian a los suicidas no saben nada de esa última vez que se recorre el camino entre una cuidad y un cerro.
Y qué se hace con la novia tan bella y que recorre ahora las calles con ojos de sonámbula.
Que otra cosa sino pedir perdón por haber construido una casa en la que tal vez faltó el sillón donde los amigos pudieran llorar sin decir nada. Perdón porque en la última conversación y como siempre hablamos demasiado de nosotros mismos. Por haber hecho de nuestra casa un lugar frío en el que encontrar el último disco o libro de moda, pero no abrigo.
Sunday, March 05, 2006
Y cuando estaba tratando de convencer a Fran de que la única solución para formar una comunidad acuática era tomarnos un barco a oriente (eran como la dos de la mañana y caminábamos por una calle del centro) nos encontramos con una casa que parecía acuario o casa de juguete. Entramos. Adentro alguien a quien no conocíamos, que dijo que vivía como un pescado nos dio café y nos prestó calcetines. Acuarios y mares como esos: que alivio.