EN UN PAÍS MUY EXTRAÑO LAS COSAS NO SUCEDEN COMO EN LOS PAÍSES MUY NORMALES.
ASUNTO QUE NO HAY QUE OLVIDAR SI SE DECIDE HACER UN VIAJE MUY EXTRAÑO.
FORMAS DE UBICARSE
Lo primero que hay que tener en cuenta es que los mapas no sirven de nada porque en Un País Muy Extraño los árboles, las islas y los edificios cambian constantemente de lugar.
Si un visitante toma un barco para ir a la isla Tortuga (todos los Países Muy Extraños tienen una isla llamada Tortuga ), lo más probable es que al llegar, la isla ya no esté ahí y en lugar de ella se encuentre el Impresionante Teatro de Variedades o la Oficina de Correos.
En esos casos particulares los visitantes tendrán la oportunidad de ver a una mujer barbuda o enviar cartas a sus parientes, cosa que no deja de ser interesante si se está en medio del mar.
Pero así como existen todo tipo de países también los viajeros presentan una amplia variedad y habrá más de alguno que presente gran desilusión por no haber llegado a la isla Tortuga.
Se recomienda a ese tipo de viajeros no entristecerse por no dar con el destino esperado porque lo más probable es que al continuar su recorrido encuentren finalmente la isla bajo un cartel que diga Reparadora de Calzado o Museo.
Debido a los ejemplos citados podemos afirmar con toda propiedad que las excursiones por Un País Muy Extraño pueden resultar impredecibles.
Se recomienda a los viajeros reemplazar el mapa por un espejo, cuya imagen irá cambiando junto con el paisaje.