Sara: ¿cómo está quedando la muñeca? (La pregunta al aire, Sara no lee blogs)
Dijo que tenía las manos, el cerebro de aserrín y madera. También se llama Sara. Una Sara pequeña, de tiza, para pantalla.
Quiero ver a la pequeña Sara, a ambas.
Y esta semana: conocí a la pequeña Aída, en foto. Hace años me enamoré con locura de su padre, un profesor de pintura. Sentí una terrible ternura. Como la que se siente por un hermano o pariente. ¿Dónde se va Clara Eloísa, todo lo otro? Tal vez ahora entiendo lo de Tolstoi (yo y mi efecto lento): ¿la que hace un par de años enloquecía de amor sería yo misma, sería OTRA?
Thursday, December 22, 2005
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1 comment:
tu misma pero enloquecida. Que es como una version mega de ti.
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