Nuestro año nuevo. Por único brindis: muday.
¿Te acuerdas de esos patios de luz? (las enredaderas, su disputa eterna por el muro). Así nosotros. Sí, claro que me acuerdo.
Tú en bicicleta, yo, las rodillas eternamente sucias: en patines.
Quedémonos entonces en ese día. ¿Qué hacía Sara? Ponía un elástico entre dos sillas. Saltaba. Jugaba sola.
Hoy tomamos un café. Me mostró postales.
Arrepentida. Cómo saber: ¿de no haber visitado esos lugares? ¿de no haber regresado nunca a otros?
La luna de Sara
Wednesday, June 22, 2005
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1 comment:
que sutil y lindo escribes casi como un sueño, tu eres asi sutil y linda.
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